Es un trastnorno del neurodesarrollo que afecta al 3-7% de los niños y adolescentes en edad escolar y que interfiere en la capacidad de aprendizaje y el manejo de la conducta. Por ello, si el niño o adolescente con TDA/H no es adecuadamente tratado, su evolución académica y escolar puede llegar a quedar seriamente afectada.
Los niños con TDA/H presentan descuidos y falta de atención, unos conocimientos de las materias no siempre adecuados e impulsividad cognitiva y conductual; además pueden ser unos verdaderos torbellinos -simpáticos o no-, que entorpecen el ritmo de la clase. A menudo, estas conductas son mal interpretadas, lo que da lugar a un bajo rendimiento académico, a castigos excesivos e, incluso, al rechazo de los compañeros. Por otra parte, puede ocurrir que los padres sientan impotencia y pesar cuando, una vez recibido el diagnóstico, el comportamiento de su hijo siga sin ser bien entendido por la falta de información de algunos profesionales, lo que genera un sufrimiento añadido. No es de extrañas que para los padres la etapa escolar sea la que más incertidumbre ocasiona. Así lo avalan diferentes encuestas internacionales, como la realizada por la Federación Mundial de Salud Mental en 2005, y otras más frecuentes.
La Resolución en salud mental del Consejo de Sanidad de la Unión Europea de 2009 ha reconocido que la etapa escolar es fundamental para la calidad de vida y la salud mental de los niños; de ahí que dé gran relevancia a que se imparta a los educadores una buena formación para que puedan atender las diferentes necesidades de sus alumnos. Algo parecido sostienen las diversas guías europeas de intervención en el TDA/H, que también se pronuncian sobre la importancia de conocer las estrategias de manejo y las necesidades educativas de estos alumnos.
Y es que no siempre es fácil poder atender a un niño con TDA/H, que requiere una mayor supervisión, para entender su conducta y saber manejarla adecuadamente, se necesita un conocimiento del trastorno. Por suerte, la vocación muchos educadores y la voluntad de los centros educativos que defienden la escuela inclusiva y de atención a la diversidad han permitido que adquieran la formación para poder ayudar a todos sus alumnos en la media de las necesidades de cada uno. El hecho de que cada vez veamos a más jóvenes con TDA/H que ya son estudiantes universitarios y tienen ante sí un buen futuro profesional muestra la importancia de la labor conjunta de los profesionales, la escuela y los educadores (escolares y padres), así como la necesidad y la relevancia de un adecuado acompañamiento durante la dura etapa escolar.
(texto extraído en la presentación del libro "El alumno con TDA/H " por Rubió Badia.
https://prophecypublishing.org/como-controlar-la-velocidad-de-un-motor-dc-con-el-arduino/
ResponderEliminarLa Resolución en salud mental del Consejo de Sanidad de la Unión Europea de 2009 ha reconocido que la etapa escolar es fundamental para la calidad de vida y la salud mental de los niños; de ahí que dé gran relevancia a que se imparta a los educadores una buena formación para que puedan atender las diferentes necesidades de sus alumnos.